martes, 15 de enero de 2008

¨VERGÜENZA EN EL METRO

Ayer me quede francamente sorprendida, corría hacia el metro como siempre (nunca entenderé cual es la fuerza, que nos lleva a correr para no perder más tiempo del habitual en los desplazamientos, al final tardas lo mismo), mientras llegaba al final de las escaleras, ví a una mujer con muletas, con unas piernas muy delgadas que se movía muy despacio, entonces pensé que me daría tiempo a llegar por que el conductor estaba delante de ella, la cabecera del metro justo esta ahí, y no le iba a cerrar la puerta, pero observe con cara de sorpresa como el conductor la miró cerraba sus puertas y miraba al frente. En ese momento yo, ya había alcanzó el andén y le mire por unos segundos con los ojos abiertos como platos, el siguió su camino sin inmutarse…Pensé durante un rato, ¿por que lo habría hecho? y llegue a la conclusión de que si no le importaba lo más mínimo cerrar la puerta en las narices a una viejecita, que había visto llegar con dificultad hasta el vagón, simplemente no podía ser una buena persona. Ojo! no me gusta juzgar a los demás, pero mi opinión es que la gente demuestra como es en el día a día, con acciones que aparentemente no significan nada para ti, pero pueden significar mucho para otra persona.

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