jueves, 23 de abril de 2009

PENSAMIENTO III

La inseguridad es como un castigo, nos hace sentirnos vulnerables, tristes, desprotegidos, poco valorados, poco deseados. Pero somos humanos y la vida lucha por salir a flote a través de nuestros cuerpos. Así que a veces la más mínima cosa, aunque carezca de significado para muchos, para otros es un punto de seguridad, es una prueba que les hace aferrarse a la vida. Por lo que quería dar las gracias a todos esos pequeños detalles que hacen que la vida sea mejor y hacen que las personas nos sintamos orgullosas de serlo.
A veces es un gesto, una palabra, una buena conversación, un reencuentro…todo cuenta para conseguir sobrevivir en la jungla de la vida.

3 comentarios:

Carolina dijo...

A veces ocurre lo contrario: cuando somos pocos valorados toda nuestra seguridad puede desmoronarse en segundos. Hay que desarrollar carácter, una fuerte personalidad y estar seguros de lo que somos. De esta forma nada ni nadie podrá contigo. Besos y feliz Sant Jordi! Te envío un abrazo grande a falta de rosa y prometo si no un libro, el próximo relato de Karyûkai para tí, y yo cumplo lo que prometo. Besotes!!!

Sidel dijo...

Muchísimas gracias guapa, que ilusión!!!!!besitos!

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo contigo en lo importante que es un pequeño gesto, una palabra, un abrazo. Todas estas cosas que alimentan el alma y estrechan lazos entre las personas, la mayoría de las veces vamos por la vida con tantas prisas y agovios que no nos paramos ni un instante a dedicar una simple sonrisa.
Yo procuro guardar siempre esos gestos en mi corazón y utilizarlos cuando estoy baja de moral, o cuando me acechan pensamientos negativos sobre alguna persona que quieres.
Un abrazo.
Maru