miércoles, 25 de marzo de 2009

MUERTE DE UN DRAGÓN



Parecía imposible imaginar que ese ejemplar de dragón de singular belleza reluciente como el oro pudiera desaparecer.
Toda su sabiduría, su fuerza, su hermosura, su bravura que era el reflejo del paso de los años se esfumó sin poder evitarlo.
Murió en la batalla como un luchador que era y seguro que murió con orgullo por ello. Pero la pena me inunda al saber que esa criatura mítica tuvo que morir, ¿por que? esa pregunta acude a mi mente una y otra vez.
Su voz grave aún resuena en mís oidos, me transmite calma, su propia serenidad. Ahora se que siempre estará conmigo por que nunca podré olvidarle.

*Rayadas varias acerca de lo que leo*

3 comentarios:

Carolina dijo...

Cuidado con las rayadas...A mí me llevaron a tener mi propio dragón, jajaja. Un beso!

Anónimo dijo...

Uhm.....jo... me preocupa eso de que muera un "dragon dorado"....
Que acabo de empezar memorias de Idhun III, practicamente!!!
Jack no muere verdad???verdad que no?? no me digas que si que entonces me muero yo...

Gracias por tu apoyo, y por tu premio de arriba!!Un besazo!!

Sidel dijo...

Lo siento, Ana, no diré de donde es para no fastidiar ninguna historia, yo adoro a Jack... Cuando termines el libro lo comentamos, ok?. Besos.